miércoles, julio 15, 2015

LA DICTADURA EUROPEA






A lo largo de estos años y quien haya tenido una visión global de lo que está ocurriendo a nivel político en los países de la Unión Europea, se habrá dado cuenta que no estamos incluidos en una unión de países cuyos objetivos sean el progreso de las sociedades humanas. Sus dirigentes, los miles de lobbies de las multinacionales, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Europeo, la Comisión Europea y el Presidente de la UE elegido antidemocráticamente sin participación de los ciudadanos europeos, nos muestran un terreno de organismos internacionales que intentan doblegar las voluntades de los pueblos elegidos democráticamente y poner de rodillas a pueblos como los griegos, portugueses, italianos o españoles.
Lo hemos visto como si fueran monstruos carnívoros ávidos de sangría a los representantes europeos lanzarse contra el Presidente de Grecia solo por que ha intentado no quitar derechos a su pueblo y hacer un referéndum democrático para consultar a su pueblo que destino quiere para su país. Las intromisiones, declaraciones del miedo contra los griegos por parte de Presidentes de Gobiernos y Ministros, es absolutamente una crueldad antidemocrática que nos hace pensar que estamos tristemente ante una dictadura sin precedentes en la historia de la humanidad. Una dictadura europea que exige a los gobernantes de países anular derechos, robar los sueldos de los trabajadores, aliarse con el poder económico para
 endeudar a los ciudadanos en ambientes de absoluta corrupción como pasa en España. ¿Cómo se puede llamar democracia cuando se castiga y critica la verdadera democracia de la consulta popular? ¿A que estamos jugando? Criticamos y nos repulsa las dictaduras de otros países sin ver claramente que estamos dentro de la propia boca de la dictadura europea.
Bajan los sueldos, privatizan la sanidad y la educación, nos quitan los derechos más fundamentales y sin embargo ellos, los que nos dicen que apretemos el cinturón, viven en burbujas que en nada tiene que ver con los recortes y si con los beneficios y privilegios. Este año se jubilan 340 funcionarios de la Administración Europea con solo 50 años de edad, quedándoles una pensión vitalicia de 9.000 euros todos los meses. Sin embargo no hacen así mismo lo que exigen a los demás.
Pero solo esto es la punta del iceberg. Las directivas que se aprueban son siempre en beneficio de multinacionales que son las verdaderas causantes de los males de la humanidad, del cambio climático, de las guerras del mundo, del control alimentario y sanitario. Todo está en manos de ellas y la Unión Europea en lugar de regir la cordura y la defensa del europeo, son instrumentos del poder económico contra los ciudadanos.
Nadie quiere hablar de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, un tratado que se está llevando de manera oculta entre la Comisión Europea y Estados Unidos, para que las multinacionales obtengan todo el poder y se permita el negocio para favorecer contratos  del sector público con empresas privadas en todos los países de la Unión Europea para su liberalización. Nos quieren llevar sin consultar, al mayor atropello social de nuestra historia bajo la bandera dictatorial de la Unión Europea.
En unos documentos filtrados  por Wikileaks, este tratado pasaría por encima de regulaciones nacionales como las culturales, las sociales o las ambientales y serían los tribunales comerciales privados creados para tal efecto, los que decidirían la forma en la que se regulases sus actividades. Es decir, cualquier gobierno nacional, regional o local, elegido democráticamente en las urnas, deberá avisar al resto de los países firmantes de cualquier regulación que quieran aplicar en su propio país, lo que posibilitará que las grandes multinacionales se puedan anticipar a estos cambios normativos e incluso pedir explicaciones que las instituciones estarán obligadas a dar por escrito. Entonces…¿para qué sirve la democracia de un país? Nos están vendiendo nuestra libertad sin que sepamos porque y como. El ciudadano quedará en una situación gravemente comprometida ya que no habrá ningún mecanismo de control del poder porque el poder estará fuera de nuestras fronteras y la privatización de la Justicia se hará efectiva al someter todas las discrepancias sobre las inversiones exteriores a procedimientos arbitrales privados.
Sin embargo nada de esto nos dicen los políticos actuales que callan ante los acuerdos que se están llevando a cabo y que en pocos años se implantará en los países de la Unión Europea. Con la llamada crisis, que yo la llamaría robo criminal contra los ciudadanos, han quitado derechos y reducido el bienestar en millones de europeos y jamás con estas nuevas políticas invasoras volveremos a disfrutar de un bienestar que nos han despojado cambiando a espaldas de los ciudadanos la constitución.
Los beneficios de los acuerdos de este tratado  son bien claros. Limitar la soberanía de los gobiernos elegidos democráticamente facilitando las demandas de las empresas contra la puesta en práctica de políticas que afecten a los intereses de las multinacionales, otorgando de este modo a estas grandes empresas facultades para impugnar nuevas leyes por los gobiernos, por lo que tras la puesta en marcha del tratado resultará muy difícil la modificación de la legislación nacional ordinaria y hará irreversible medidas como las privatizaciones de los servicios públicos.
Todos saldremos perdiendo en este tratado de TTIP si no ponemos de forma inmediata freno a esta locura, a esta falsedad democrática.
Los objetivos en materia sanitaria del Tratado están dirigidos a eliminar medidas reguladores que afectan al comercio como reducir las regulaciones ambientales y alimentarias que garantizan la calidad y seguridad de los mismos  a usuarios y consumidores e incrementar los derechos de propiedad intelectual de las empresas farmacéuticas prolongando los periodos de las patentes de medicamentos  e innovaciones tecnológicas. De esta forma se eliminaría muchos de los genéricos que pasarían a ser marcas propiedad de estas multiunacionales.
Nos enfrentamos ante un invasor de grandes proporciones que alterará la vida de todas las personas y países de la Unión Europea. Un invasor que está siendo traído por los propios responsables de Europa en un gran ataque contra la soberanía de todos los ciudadanos de europeos. Ante esto, nos tenemos que revolver, alzar de nuevo nuestras voces y no consentir que seamos engañados por nuestros políticos cómplices en primer grado de lo que ha ocurrido y puede ocurrir si se firma ese tratado con Estados Unidos.
No entiendo como ciudadanos que han llegado a la política se supone con vocación y con el espíritu de ayudar a su país y la sociedad que le ha votado, sean capaces de engañarnos y someterse a las fauces de las multinacionales. No entiendo como los ciudadanos de nuestro país sigan con los ojos cerrados votando a partidos cuyas responsabilidades son evidentes de corrupción  y de someter a sus conciudadanos a la opresión financiera. No entiendo cómo se puede perder la vergüenza y la dignidad de unas multinacionales que solo buscan el tener más a costa del sacrificio y la muerte de millones de personas. No entiendo que seamos capaces de quedarnos con los brazos cruzados mientras nos roban de esta manera cruel y despiadada y no respondamos con nuestras palabras y votos para un cambio radical de nuestra sociedad.
Tenemos ante nosotros un cambio climático producido precisamente por el hombre, por el capitalismo abrasador de este mundo, donde todos los ecosistemas están desapareciendo y los recursos naturales escasean. Sin embargo, en lugar de cambiar hacia una sociedad más justa, más sostenible y respetuosa con la madre Tierra como así también nos lo pide el Santo Padre Francisco en su ya famosa carta encíclica titulada “Laudato Si. Sobre el cuidado de la casa común”, vamos a permitir la firma de este TTIP con Estados Unidos del que sin lugar a dudas abrasará más aún nuestras vidas y tendremos una Unión Europea más dictatorial, basada en la conveniencia de las multinacionales para operar a su libre placer contra los ciudadanos.
Este es el espejo donde si no damos marcha atrás a este proceso que se está llevando de una forma oculta y silenciosa, caeremos nuevamente en la trampa política dictatorial que nos están imponiendo bajo una bandera azul con estrellas que caerán al suelo. Un tratado donde  se quiere poner por delante de los derechos de los ciudadanos a los intereses de las grandes multinacionales en un ataque a la soberanía de los países que quieren desarrollar políticas públicas progresistas.
La desaparición de las regulaciones medioambientales que garantizan la salud pública como la autorización del fracking para obtener gas del subsuelo utilizando productos químicos que pueden contaminar los acuíferos, es una práctica más que quieren imponernos con este nuevo tratado.
El ciudadano carece muchas veces de la información necesaria para comprender lo que está pasando y esta carencia es culpa de uno mismo que se deja influenciar por aquellas noticias que escupen las agencias de prensa de forma continuada para cambiar sin que nos demos cuenta de actitudes y pensamientos. Debemos tener siempre una visión global crítica y no dejarnos embaucar por declaraciones que tienen por objetivo manchar la realidad y ocultar nuestra propia historia.
Y si hablamos con despotismo de aquellos países actuales que tienen políticas dictatoriales sin existencia de democracia alguna, los hechos relatados aquí y ahora y que podían rellenar muchas más paginas, nos hacen sentir una Europa que no busca el bienestar de sus ciudadanos, que les quita sus derechos, privatizan lo público y crítica lanzando el miedo cuando un país por derecho convoca a su pueblo a un referéndum de consulta y esto solamente tiene una palabra: DICTADURA


PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)