domingo, marzo 11, 2007

SAQUEADORES GENOCIDAS DE LA TIERRA













África muere. Sus recursos robados hacen que sus poblaciones se hundan en la miseria, en el enfrentamiento, en la guerra suicida y étnica, en el hambre y las enfermedades, en ríos humanos de refugiados que vagan hacia campamentos ya saturados. El SIDA, el Ébola, la desnutrición, la falta de higiene, el agua. África, lugar donde el homo salio para conquistar la Tierra, se agota, se seca, se tambalea en el llanto del olvido, con la mirada gastada, el rostro ungido, con su riqueza extraída a sangre y muerte.

El petróleo, sus bosques, su pesca, sus diamantes, sus minerales como el Coltan para uso de los móviles, sus animales, su biodiversidad, su cultura exterminada. Riqueza extraíble y sus habitantes no reciben más que un fusil para que se maten entre ellos, un genocidio consentido, permitido, un holocausto infernal que debe avergonzarnos y sentirnos culpables por vivir en una sociedad que ahora piensa que África es la enfermedad del mundo, la peste. No interesa a nadie, nadie se preocupa de sus gentes. Las interceptamos y las devolvemos a su mundo de miseria para que acaben sus días maldiciendo al ser humano. Mientras, que no se pare el robo de sus bienes dirigidos a los países civilizados, a cambio de hambre y dolor.

Es extraño. Hace años los medios de comunicación nos hacían ver de vez en cuando, las imágenes de la miseria africana. Hoy, solo las bombas y ataques son noticias, las imágenes que se ven. La del niño desnutrido, del niño hambriento, ha desaparecido de nuestros receptores y sin embargo, cada minuto mueren a causa del hambre 10 niños y más de cinco millones al año. ¿Se intenta manipular la realidad cortándonos su visión? Y lo triste es que se podría evitar, tomar soluciones efectivas, ayudar a esas naciones a resurgir de la nada. Pero no interesa. Debe de seguir siendo personas ignorantes bajo gobiernos dictadores. Hay que seguir explotando sus recursos. Y lo mejor para ello, es no dar información, ni atragantarnos en las comidas cuando vemos las noticias. Sus poblaciones deben estar donde están, aguantando si miseria y su destino.

Los Belgas fueron los colonos de la ahora llamada República Democrática del Congo, antes Ruanda. Dividieron al país entre Tutsis y Hutus, los mismos colonizadores se encargaron de ello, los unos de color de piel más clara y narices menos anchas que los otros. Cultivaron el odio, se fueron, los dejaron solos y el país reventó. Sólo en cien días murieron violentamente un millón de personas. Hay una película que aconsejo que se vea y después se analice y se piense sobre el mensaje que da. Pocas películas nos hacen pensar y llorar en la angustia de un pueblo enfrentado así mismo por manipulaciones externas. Se llama “Hotel Ruanda” y el argumento es verídico.

Recientemente se ha estrenado otra película que nos hace temblar y que también aconsejo su análisis. Se titula “Diamantes de sangre”. Vemos lo que hay detrás de las hermosas joyas que lucen los seres humanos en los países “civilizados”, ignorantes voluntarios, de donde proceden y cual ha sido ciertamente su precio. Cientos de millones de dólares que surgen del comercio ilegal de diamantes están lejos de ser destinados a la asistencia económica y humanitaria. Van a parar a manos de la guerrilla y los ejércitos que practican el sombrío trueque de “diamantes por armas”. Esto ocurre en diversas partes del continente africano, incluido el Congo del Hotel Ruanda.

Hay una frase en esta última película sobre los diamantes, que se ha quedado clavada en mi mente y que a pesar de decirlo una vez, jamás se olvida: “Cada vez que en África se descubre un bien precioso, sus gentes sufren y mueren”. Cuando a mi entender tendría que ser al contrario, que parte de esa riqueza se quedara para las gentes. Pero no, lo extraen todo, encima lo realizan compañías extranjeras que tienen comprados a los gobiernos, por lo que nada de nada se queda para sus gentes, ni si quiera un honrado trabajo para poder comer una vez al día.

Si amigo lector, ahora desprecio el diamante que se ha convertido en África la raíz de un conflicto más, de tantos otros, que se expande. Explotados bajo la mirada de gobiernos corruptos con anuencia de gobiernos civilizados y democráticos, junto a milicias sin escrúpulos, las piedras preciosas se han convertido en agentes del trabajo esclavo, el asesinato, éxodos, destierros y colapso económico. Se juntan con las extraídas de una forma más humana, se blanquean y su procedencia se pierde. Hábil estrategia.

Las Fuerzas rebeldes o guerrillas, o gente compradas o como se quiera llamar, han matado, violado, mutilado y secuestrado a decenas de miles de civiles desarmados en Sierra Leona, pero también las fuerzas de gobierno. Como siempre, el dolor y el genocidio se extiende en la población civil. Unos, los países ricos llevan empresas para extraer los recursos del país africano, para ello necesitan que exista un conflicto armado, una guerrilla que para luchar contra el gobierno necesita armas que a su vez son proporcionadas por mercenarios de las empresas extranjeras a la guerrilla violenta, a cambio de que esta les entregue o facilite la materia prima preciosa que se desea. Un círculo bien preparado, estudiado y completado por el desprecio total a los seres humanos y su destino por parte de las multinacionales.

Esto mismo ocurre con otros materiales preciosos como el Coltan, un mineral escaso y que se utiliza para los teléfonos móviles, armas teledirigidas o juguetes electrónicos. Usos que no son imprescindibles y que podrían ser adquiridos de una forma sostenible, racional y digna, beneficiándose las gentes del lugar, y no, llevando especialistas para su adquisición sin que se revierta ningún beneficio al lugareño.

Con la madera la estrategia es parecida, aunque más visible. La tala ilegal de las selvas africanas, de indonesia y de la Amazonia, actúan destruyendo, violando los derechos humanos y del trabajador, esquilmando los pulmones de la tierra que son las que regulan el clima mundial.

Debemos pedir certificados en nuestras compras como consumidor responsable y no cerrar los ojos, siendo conformistas y sin querer conocer la cruda realidad. En madera pedir el certificado FSC, en los diamantes que tengan un Certificado en el que se asegure la no procedencia de una zona de conflicto y así, con cualquier otro bien que proceda de una materia prima extraída de los países pobres y humillados por sus propios gobiernos y por un mundo llamado tristemente “civilizado”.

PEDRO POZAS TERRADOS

lunes, marzo 05, 2007

EL APAGÓN Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

¿Quién apagó las luces en señal de protesta contra los políticos mundiales? Miré tras la cortina de mi salón como un furtivo, esperando un milagro, un espectáculo inédito, una protesta sin precedentes en los anales de la historia. Faltaban unos minutos. Quise soñar pero….apagué tembloroso la luz esperando lo que ya intuía. Nada. Solo un vecino que daba al patio interior estaba observando como yo, y su hija gritaba..¡apagar las luces! Nadie la escuchó. Triste lamento infantil en una sociedad que no se toma en serio, algo tan duro y real como es la destrucción de nuestro propio planeta. No es demagogia, ni exageración. Numerosos científicos lo han reflejado en un estremecedor informe que nos anuncia desde ahora hasta fin de siglo, graves problemas que afectaran al clima mundial. Pero nada. No importa. Y lo más curioso de esta historia es que quien apagaron las luces fueron los edificios emblemáticos y centros oficiales, Ministerios…..¿no era una protesta contra los políticos? ¿no era una llamada de atención para sacarles los colores a los que tienen el poder y no quieren mejorar la situación mundial, a nivel local y nacional? Sin ir más lejos, se apagaron las luces del Ayuntamiento de Tres Cantos y sin embargo, no ponen en práctica una moción aprobada por unanimidad desde hace años, en la que el gobierno municipal se comprometía utilizar madera certificada FSC en el mobiliario urbano, protegiendo de esta forma la destrucción de los bosques primarios y en consecuencia contribuyendo globalmente en combatir el cambio climático. ¿Y se atreven con descaro a participar en una convocatoria ciudadana que iba dirigida precisamente contra este tipo de decisiones y de engaños al ciudadano?. Sencillamente, fuimos manipulados por nuestros gobernantes en la ciudad y en el mundo. Cambiaron la tortilla y se han erigido como líderes de un apagón que iba dirigido contra ellos. Buena astucia. Claro que todo esto porque los ciudadanos lo hemos permitido. Pero aquí no acaba esta irreal estampa.

Al día siguiente, se lanza el informe del cambio climático donde los peores indicios son ratificados por los científicos expertos. El cambio climático es irreversible. Cada semana, cada mes, será peor y con mayores consecuencias. Es noticia en todos los informativos. La sociedad calla, agacha la cabeza y se resigna con la leve esperanza que sea mentira o una exageración, y como último recurso..”yo no viviré para contarlo”. Triste humanidad la nuestra que con este sentir y esta sabiduría que tan orgullosos nos mostramos ante los otros seres vivos, en lugar de gritar y decir ¡basta!, miramos a un lado y sólo se nos escapa una temblorosa sonrisa.


Paralelamente a la rueda de prensa en Paris de la presentación del informe, el Presidente de Francia, en una conferencia internacional “Ciudadanos de la Tierra” hace un llamamiento ecológico y declara que tenemos que lanzarnos a una triple revolución para salvar el planeta. Una revolución de las conciencias, otra de la economía y la última una revolución de la acción política. Me hierve la sangre de tanta mentira oculta. ¿A quien quieren engañar? Mientras que Chirac habla como un ecologista (los Servicios secretos franceses hundieron en 1985 el Rainwob Warrior de Greenpeace en Nueva Zelanda cuando se disponían a participar en una protesta contra las pruebas nucleares francesas en Mururoa, isla del pacífico, asesinando al fotógrafo de Greenpeace), compañías madereras francesas están talando reservas en Costa de Marfil, petroleras francesas realizando explosiones en la selva del Congo en busca de petróleo, junto a especies en grave peligro de extinción. Y así podríamos hablar de todos los países industrializados. No olvidemos que en Nairobi, en la reunión de naciones contra el Cambio Climático, el Secretario afirmo que ningún gobierno estaba capacitado para afrontar el cambio climático. Y claro que no lo está, porque por encima de ellos se encuentra el poder económico que lo mueve todo, hasta el aire que respiramos, siendo responsable de la destrucción de la humanidad, del ecocidio planetario al que nos han sumido y de los que son responsables ellos y los gobernantes a los que elegimos en votación democrática. Dicen que sólo hay democracia una vez cada cuatro años, cuando votamos. El resto del tiempo nos manda el oculto poder imperial del dinero.

Recientemente, en una entrevista a un ex - político que abandera también la ecología, le preguntaron que porqué cuando dejan de serlo es cuando se preocupan del medio ambiente y estando con poder no lo hacen (Al Gore, Gorbachov a escrito un libro de medio ambiente, Chirac quiere liderar el ecologismo en la UE..), la respuesta fue clara: en la política se trabaja a cuatro años visto y quien ostenta el poder no son ellos, sino el la masa económica que los envuelve.
Hace treinta años que los ecologistas pedíamos acciones urgentes para no llegar precisamente a lo que hemos llegado, a un proceso ya irreversible del cambio global. ¿Porqué nadie nos escuchó o nos tildaban de melenudos que solo queríamos vivir en las cavernas? Por cierto, yo no era ni soy melenudo. Ya nadie se acuerda de ello. Los científicos han tardado décadas en reaccionar lo que era evidente y que ya se pedía desde los grupos ecologistas serios. Los políticos han cerrado los ojos y han mandado a las fuerzas de seguridad en cuanto Greenpeace realizaba una acción de protesta e incluso han sido detenidos en numerosas ocasiones. Recuerdo aún esa acción que protagonizaron tirando desde el techo dólares falsos ante una Convención del Banco Mundial. Fue muy criticada. Qué pronto olvidamos los hechos que nos interesan. Y ahora, ellos, los “líderes” mundiales enarbolan su bandera ecologista, olvidándose que ellos mismos son los responsables de esta situación en una maniobra hábilmente planificada. Para rematar este teatro de bufones, algunas empresas como la petrolera Exxon, dicen públicamente sin rubor y con descaro, que pagarán un buen dinero a cualquier informe científico que eche por tierra el presentado por los expertos del cambio climático en Francia. Una empresa que ha cerrado el año 2006 con 39.500 millones de euros a base de contaminar. Una cantidad que supera el Producto Interior Bruto de Túnez y Camerún juntos y que sólo cinco países de África tienen su PIB superior a los beneficios adquiridos por Exxon. Industrias de vehículos han amenazado que si se toman medidas estrictas a raíz del informe sobre el cambio climático, no tendrán más remedio que aumentar el precio de los coches en más de 3.000 euros. El planeta se nos va y sólo les interesa seguir con los beneficios. El ciudadano pagará el canon de su destrucción medioambiental.

Nada más conocerse en el informe que nos dirigimos hacía un precipicio de forma irreversible, tendrían que haber dimitido de sus cargos todos los gobernantes mundiales por irresponsabilidad e incapacidad de gestionar la tierra. Y sin embargo se ponen la chapa del ecologista en su pecho. Cuanta falsedad acumula el hombre por ostentar el poder.



Ante todo esto debemos de unirnos en una verdadera Alianza Planetaria. Ya no son suposiciones de gente alarmista o ecologistas radicales. Nos enfrentamos a una realidad sin precedentes en la historia de la humanidad. Con unos hechos que no están lejanos, sino a una generación vista y aunque el efecto sea irreversible ya, debemos prepararnos para lo que se avecina y también exigir a nuestros representantes políticos que den prioridad absoluta a la protección del medio ambiente en todo su ámbito, tanto en la sostenibilidad como en la toma de medidas de prevención. Pido desde estas líneas al Ayuntamiento de Tres Cantos, que aplique la moción aprobada por unanimidad sobre el uso de madera certificada FSC y que reposa en el escritorio del despacho de la Alcaldesa desde hace años, con una capa de polvo llena de ignorancia y desprecio, buena forma de haber contribuido al cambio climático.


PEDRO POZAS TERRADOS